Así como cualquier persona es susceptible de sufrir por ejemplo, enfermedades cardiovasculares, sucede con las mentales. Ellas no hacen distinción de edad ni género.

"Una enfermedad psiquiátrica es un grupo de síntomas que repercute negativamente en la funcionalidad de la persona y en ocasiones tiene relación con un suceso físico. Muchas veces en estas enfermedades no se encuentra una lesión estructural o anatómica del cerebro, pero sí hay investigaciones que demuestran alteraciones en el funcionamiento de sus células", explicó Luis Guillermo Ochoa Ríos, psiquiatra de Samein.
No todos consultan
Tal vez por temor a ser señalados o porque definitivamente desconocen los síntomas, algunas personas no van a consulta. Ir al psicólogo o al psiquiatra es solo para locos comentan algunos, pues resulta que no. La salud mental, foco de atención de estos especialistas, no es solo para quienes ya están enfermos: es para todos.
Según Germán Puerta Baptiste, de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, cerca del 20 por ciento de la población mundial es decir, una de cada cinco personas ha tenido depresión. Así mismo, asegura que en Colombia el 18 por ciento de los niños en edad escolar sufre Tdah, Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad. En el adulto mayor manifiesta que el desgaste y el daño cerebral, la pérdida de memoria, manifestaciones de tipo demencial y el Alzheimer, son alteraciones comunes en esa etapa.
Las más comunes
En orden de alteraciones mentales, el trastorno depresivo ocupa el primer lugar de consulta. Este se caracteriza por un bajo estado de ánimo, sensación de tristeza y aburrimiento. Para su tratamiento se acude a intervención psicoterapéutica y tratamiento farmacológico.
Trastorno bipolar: ocupa el segundo lugar en frecuencia de consulta. Es una enfermedad caracterizada por episodios en los que el estado de ánimo aumenta en forma positiva o negativa.
"El paciente experimenta una sensación subjetiva de mucho bienestar o de irritabilidad intensa. Esto se acompaña de aumento en la actividad es decir que habla mucho, camina mucho, quiere hacer muchas cosas al tiempo y a veces en fases iniciales puede hacerlo de forma eficaz", señaló Ochoa.
También es posible que la persona duerma poco y no calcule las consecuencias de sus actos. En estados más avanzados, el paciente con trastorno bipolar pierde el contacto con la realidad, experimenta alucinaciones o ideas delirantes que por lo general son de grandeza, poder y riqueza.
"Esta es una enfermedad con componente genético alto, aunque puede presentarse a cualquier edad lo típico es que suceda entre los 15 y 25 años. También influye en forma significativa el abuso de drogas", puntualizó Ochoa.
Esquizofrenia: ocupa el tercer lugar en consulta. Es una alteración en la que se rompe el contacto con la realidad a través de alucinaciones, voces, imágenes, sensaciones corporales, ideas delirantes y pensamientos que para la persona que la padece son ciertos, pero no son compartidos por los demás. También es de inicio en pacientes jóvenes y dentro de los factores desencadenantes está el consumo de tóxicos. Es más común en hombres y de tratamiento farmacológico, que si se inicia en las primeras etapas, tiende a preservar la función cerebral.
Finalmente, a estas enfermedades le siguen los trastornos de ansiedad, de pánico y el trastorno obsesivo compulsivo. "En ellas también existe una predisposición genética aunque menos conocida. Sin embargo, en estos últimos trastornos, los factores ambientales son fundamentales tanto como desencadenantes o protectores", apuntó Ochoa.
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