“No des tiempo al tiempo porque el tiempo no da tiempo al tiempo”, dice un viejo adagio popular; no hay nada más incierto e inconsistente que el tiempo, pero, contradictoriamente, es lo que ha determinado nuestra existencia durante siglos, ocupando dentro de nuestra sociedad un trono igual al dinero o inclusive por encima; todo esto gracias a ese latente “síndrome de finitud” que logra hacer de nuestra existencia un sistema caótico, lleno de contradicciones, paradigmas e interrogantes, pues pretendemos buscar la eternidad agregándole tiempo al tiempo, buscando algún salvavidas que nos aleje de las canas, pues vivimos soñando con la juventud, llegándola a considerar sinónimo de inmortalidad, pero en el instante que se posee la juventud la gastamos con desdén como si nada fuera, ya que lastimosamente se nos es inconcebible asimilar la palabra “infinito”; que contradictorio no?; soñar con la eternidad, pero cada vez dando pasos más lejos de ella; no obstante este paradigma que no es exclusivo de nuestro tiempo, ya que durante siglos se ha considerado totalmente resuelto, o más bien diría yo, totalmente controlado, si, de una manera muy simple y un tanto arcaica, mediante la creación de dos tipos de deidades, una metafísica y abstracta, suprema, llamada vulgarmente Dios, Alá, etc; que actúa como la idealización de la vida eterna que se encuentra por encima de nosotros, un dios difícilmente comprensible, inalcanzable y totalmente inmune; posteriormente, se implementa una segunda deidad, mucho más contemporánea, más sensible para así tener bajo su mano el control de escépticos y agnósticos, una deidad más humana….imperfecta, que no es benevolente, que actúa según quien la posee; esta funciona como la materialización de ese dios idealizado, tal cual, un ejército utiliza su arsenal para imponer una ideología….creo que ya sabemos de que hablo ..Su majestad el dinero .
Dios y dinero. éstas divinidades están dadas para cumplir dos funciones simples: temor en la mente y temblor en el cuerpo, respectivamente, pero, ¿de donde nacen estos 2 dos dioses , junto con el gran titán cronos, o tiempo( como le queramos llamar)?, nacen gracias a la mayor arma de de destrucción y sometimiento jamás creada, y no hablo de la bomba atómica, hablo de los números; nos encontramos totalmente gobernados por ellos, ya que poseen la habilidad intrínseca de eliminar la palabra “eternidad”, midiendo la capacidad vital, midiendo la dignidad, midiendo todo; creando barreras, y por ello, hemos dejado de vivir para la eternidad y nos hemos pasado a basar nuestra existencia al tiempo, y el tiempo se compone de segundos, o sea de muros; gracias a este nos hemos acomplejado con la falsa idea de que el ser humano es una maquina delicada, y hemos utilizado esto en nuestra propia contra, nos hemos dedicado a vivir el momento, a traspasar el sentido de la vida a pequeños instantes; evidencia de ellos nuestros libros y nuestro conocimiento, lo hemos condicionado a cifras, nos hemos tomado muy enserio eso de que los números limitan las cosas , poseemos libros de cómo mucho 140 páginas, y llenas de nada, o en el peor de los casos 500 páginas, llenas igualmente de nada , o como mucho de repeticiones de maravillas ya existentes..........quedan pocos genios y ganas de ingenio en este mundo, como mucho mejoramos o alteramos ( para no decir que empeoramos ) cosas ya existentes ; mientras que nuestros antepasado se ostentaban y deleitaban con el bombardeo de lucidez producto de la evolución del conocimiento; pero sucedió una tragedia peor que la de Edipo: con la aparición de estas deidades todo se carbonizó junto con Alejandría.
No obstante nuestros libros no fueron los únicos afectados; dice otro viejo adagio popular “ los libros dan conocimiento, las mujeres dan sabiduría” y probablemente nos hemos quedado sin el queso y sin el pan, nuestras mujeres son también un reflejo de estas 140 páginas, hechas para el momento, para desecharse con los años, ¿Cuánto puede luchar la anorexia contra una enfermedad?, no creo que mucho, y no solo la anorexia fisiológica, hoy día también podemos evidenciar uno nuevo tipo, “la anorexia racional y cognitiva”; ya no queremos aprender nada, ya no digerimos nada, se ha preferido tener una mente delgada….a ajustarse a los centímetros establecidos.
el ser humano tiende a enlazar su vida cada vez más con los números, y como si no fuera suficiente con el efecto del tiempo, el dinero se encarga de intensificar el daño, tanto así, que se clasifica nuestra fuerza vital y calidad de vida por el dinero que se posee, por cuantos números se tiene en el bolsillo; si tienes dinero y eres joven, se tiene la vida realizada, claro está, hasta que los gastas, pero el hombre a pesar de su torpeza llega a tener vestigios de luz, y como resultado de ello ha puesto a marchar el mayor invento del siglo XXI ,..El crédito!, la manipulación de los números que no se tienen, la actividad con la vida que no se tiene, esa contradictoria búsqueda del infinito que no hemos podido dimensionar gracias a esas imágenes de deidades….pero hay algo, como dice Cristian Alirio Parra “ la naturaleza es demasiado sabia como para que pueda ser engañada” los números que se presumen son tan perfectos, se contradicen, cada vez nos muestran que este universo es infinito, que es imposible establecer un total, que existen cosas inmedibles, que el dinero es obsoleto, que el tiempo no es necesario y que los números no son concretos…….